La zona de confort y 3 hábitos de emprendedores exitosos para salir de ella
Todos queremos sentirnos seguros y cómodos. Procuramos que cada cosa que hacemos desequilibre poco o nada nuestra vida. En el trabajo, en las relaciones personales y hasta con nosotros mismos preferimos continuamente evitar las variaciones, evitar esas zonas que no conocemos y que, sin duda, no hacen parte de nuestro confort.
El confort al que nos referimos es un estado neutral de ansiedad que se siente cuando las condiciones que nos rodean son conocidas o tienen poco riesgo. Por ejemplo, cuando estamos con personas que conocemos o realizamos actividades que sabemos hacer bien o que NO representan riesgos físicos, anímicos o emocionales para nosotros.
Te preguntarás por qué debes abandonar tu zona de confort y sentir ansiedad. ¿Por qué arriesgarse con lo desconocido si podría implicar riesgos? ¿No es mejor permanecer cómodo? ¿Realmente debo abandonar mi zona de confort?
Si estás emprendiendo ya diste unos pasos hacia afuera de tu zona de confort. Al emprender se deja atrás la seguridad de recibir un pago periódicamente y uno debe figurarse cómo generar ingresos para pagar las obligaciones mensuales. Pero aun cuando emprendes, vas creando nuevas zonas de confort que pueden evitar tu crecimiento. Si quieres crecer, debes enfrentarte a estas nuevas zonas de confort.
Puedes comenzar dando pasos pequeños hacia una nueva zona, la zona de aprendizaje. Llama a tus clientes personalmente para saber cómo ha sido su experiencia con tu producto. Pregúntales acerca de su experiencia comprando en tu tienda y en tu sitio web.
Pero también ese paso hacia la zona de aprendizaje puede darse de manera progresiva, con pequeñas acciones que quizás no relaciones de inmediato con salir de tu zona de confort, por ejemplo: considerar nuevos proveedores, probar nuevo contenido en tus redes sociales, hacer cambios en tu sitio web…
Más que un acto planeado o fortuito, salir de tu zona de confort es una decisión, es la identificación de una necesidad propia o grupal de innovar constantemente para no quedarse atrás. De allí parte el cambio, el viaje a una nueva zona.
En un mundo tan cambiante, en realidad no es que debamos abandonar nuestra zona de confort, necesitamos hacerlo. El deber se relaciona con el hecho de asumir un compromiso, pero el necesitar recae en aquello que puede considerarse imprescindible y que va más allá de una simple opción.
Pero, ¿cómo hacerlo?
Sin importar el tiempo que te tome o los objetivos que tengas, adoptar estos 3 hábitos te ayudará a salir de tu zona de confort:

1. Sé consciente de tu diálogo interior negativo
Nuestros diálogos internos son esas ideas y pensamientos que tenemos cuando nos enfrentamos a una situación nueva. Estos pensamientos generan emociones que influyen poderosamente nuestras decisiones.
¿Qué te imaginas que sucederá si intentas algo nuevo? ¿Te imaginas pasando alguna vergüenza, fracasando y teniendo que buscar nuevamente un trabajo que no quieres? Este es un tipo de diálogo negativo que paraliza a cualquiera.
Comienza a cambiar tu diálogo interno poniendo atención a los escenarios que te imaginas y toma nota de ellos. Evalua si son escenarios realistas. Muchas veces tenemos miedos infundados que podemos superar con solo observar de dónde vienen o analizando su mérito.

2.Estimúlate con pequeños cambios
Acostúmbrate a sentir pequeñas dosis de ansiedad haciendo cosas diferentes todos los días. Empieza cambiando pequeñas simplicidades de tu rutina: tomar un camino distinto al de siempre, acostarse a una hora diferente, llamar a un viejo amigo o cualquier cosa que estimule tu día a día.
La rutina activa en nosotros ese “modo automático” en el que nuestro cerebro no reacciona bien a los cambios y produce más señales de alerta a situaciones nuevas que realmente no son tan peligrosas. Con la variación de la rutina el cerebro se estimula y nace la creatividad, la base de las grandes ideas y de las soluciones.

3. Controla tu nivel de exigencia
La perfección paraliza a muchos emprendedores. Limitan sus acciones porque quieren que eso que van a hacer sea perfecto desde el inicio: el lanzamiento de un producto, el desarrollo de sus redes sociales, el lanzamiento de su sitio web, etc.
Lo cierto es que los emprendedores más exitosos del mundo viven con el lema:
“Hecho es mejor que perfecto”
No elimines tu exigencia pero cambia el paradigma de la “perfección” por el de la “mejora continua”.
Si estás buscando una forma de mejorar tus condiciones externas, de hacer crecer tu negocio o de superarte, seguramente la respuesta no está en continuar haciendo lo que ya estás haciendo. Debes salir de tu zona de confort e intentar cosas nuevas. Comienza por adoptar estos hábitos y poco a poco te sentirás más cómodo saliendo de tu zona de confort y comenzarás a tener los resultados que deseas.